El esquisto estadounidense con miras al extranjero: Turquía y Baréin
- American Mud Pumps
- hace 4 días
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A medida que la producción nacional de esquisto comienza a estabilizarse, las compañías petroleras estadounidenses comienzan a buscar crecimiento en el extranjero.
Con una amplia experiencia en fracturación hidráulica y perforación horizontal, estos productores están llevando su experiencia a nuevos territorios donde las reservas permanecen en gran medida sin explotar.
Este cambio de estrategia podría transformar el futuro de la exploración energética global.
1. La desaceleración interna
El otrora explosivo crecimiento de la producción de esquisto estadounidense está entrando en una fase más madura.
Muchas de las cuencas más productivas, como la del Pérmico, se están volviendo cada vez más caras y competitivas.
Con menos oportunidades fáciles en el país, la expansión internacional se está volviendo más atractiva, tanto estratégica como económicamente.
2. El poder de la tecnología estadounidense
La fracturación hidráulica (o "fracking"), combinada con la perforación horizontal, transformó a Estados Unidos en el principal productor mundial de petróleo y gas.
El fracking consiste en inyectar fluido a alta presión para romper formaciones rocosas y liberar hidrocarburos, mientras que la perforación horizontal permite acceder a una mayor parte del yacimiento con menos interrupciones en la superficie.
Estas técnicas, perfeccionadas durante las últimas dos décadas, se consideran ahora habilidades exportables, especialmente valiosas en regiones con formaciones de esquisto sin explotar.
3. Enfoque en Turquía y Baréin
Continental Resources anunció recientemente una empresa conjunta en Turquía con la petrolera nacional y TransAtlantic Petroleum.
Su objetivo es desarrollar la Cuenca de Diyarbakir, que se estima que contiene hasta 6.000 millones de barriles de petróleo y 570.000 millones de m³ de gas, y la Cuenca de Tracia, que podría contener hasta 45 billones de pies cúbicos de gas.
EOG Resources está lanzando un proyecto en Baréin junto con Bapco Energies, aplicando técnicas estadounidenses de perforación horizontal para probar y desarrollar una formación de gas con indicios tempranos de éxito, según Argus.
4. Un cambio de estrategia
Históricamente, las empresas estadounidenses de esquisto se han centrado casi por completo en la producción nacional.
Las exploraciones internacionales se consideraban demasiado arriesgadas o intensivas en capital.
Sin embargo, a medida que el crecimiento local se desacelera, los primeros casos de éxito internacional podrían impulsar una ola más amplia de exploración global.
5. Desafíos y oportunidades
La trayectoria internacional no está exenta de riesgos.
El escepticismo del mercado persiste, y el éxito del esquisto fuera de EE. UU. y Argentina ha sido limitado.
Sin embargo, el costo de entrada suele ser menor que el de adquirir activos de alto valor en lugares como la Cuenca Pérmica, y si estas empresas generan una rentabilidad sólida, la confianza de los inversores podría aumentar.
6. ¿Qué viene después?
Este podría ser el comienzo de una nueva era en la que la experiencia estadounidense en esquisto se convierta en una exportación global.
Si estos primeros proyectos resultan viables, más productores podrían sumarse a la ola, llevando tecnología avanzada, eficiencia e innovación a cuencas mucho más allá de las fronteras de EE. UU.

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