La ingeniería upstream abarca:
Exploración: uso de la geología y la geofísica para identificar y mapear depósitos de petróleo y gas.
Perforación: Diseño y planificación de pozos, seleccionando la ubicación, determinando la profundidad y la técnica de perforación, y garantizando que la perforación se realice de manera segura y eficiente.
Yacimientos: estudia cómo se comportan el petróleo, el gas y el agua dentro de una formación rocosa y cómo se pueden extraer de manera más eficiente. Esto incluye modelado y simulación de yacimientos.
Producción: Una vez perforado un pozo, entra en juego la ingeniería de producción para diseñar y optimizar el proceso de extracción de petróleo o gas del suelo. Esto podría incluir la introducción de agua o gas para ayudar a empujar el petróleo hacia la superficie.
Intervenciones en pozos: Se refiere a las operaciones realizadas en un pozo después de la fase de perforación, con el objetivo de mejorar o restablecer su producción.
Instalaciones de superficie: Diseño y operación de equipos y sistemas en superficie que procesan el petróleo y el gas una vez extraídos. Esto incluye separadores que dividen el petróleo crudo en petróleo, gas y agua.
Seguridad y medio ambiente: Garantizar que todas las operaciones upstream se realicen de forma segura, sin accidentes y con un impacto ambiental mínimo.
Economía y gestión de proyectos: Análisis de la viabilidad económica de los proyectos, gestión de costes, plazos y recursos.
La ingeniería upstream es una disciplina altamente especializada que requiere un conocimiento profundo de las ciencias de la tierra y la ingeniería mecánica, química y de procesos. Es esencial para maximizar la eficiencia y la producción en la industria del petróleo y el gas.
