En 2023, Estados Unidos estableció un nuevo récord al exportar una cantidad sin precedentes de 20.9 mil millones de pies cúbicos por día (Bcf/d) de gas natural, lo que representa un aumento del 10% con respecto al año anterior, según la EIA.
Este aumento fue impulsado principalmente por un crecimiento significativo en las exportaciones de gas natural licuado (GNL), que representaron más de la mitad de todas las exportaciones de gas natural.
El resto se distribuyó a través de oleoductos a los países vecinos, Canadá y México.
Exportaciones de GNL
El crecimiento de las exportaciones de GNL fue particularmente notable, aumentando un 12% desde 2022, con un promedio récord de 13.6 Bcf/d en diciembre de 2023.
En particular, en 2023, Estados Unidos casi suministró la mitad de las importaciones de GNL de Europa, lo que subraya su papel fundamental en mercados energéticos mundiales.
Exportaciones por oleoducto
Las exportaciones por oleoductos también mostraron un fuerte aumento. Las exportaciones a Canadá aumentaron un 7% hasta 2.8 Bcf/d, mientras que las exportaciones a México aumentaron un 8% hasta 6.1 Bcf/d. Este crecimiento ha sido constante desde 2017, facilitado por la ampliación de los gasoductos de conexión en el centro y suroeste de México.
Importaciones de oleoductos
A pesar de ser un exportador neto, Estados Unidos todavía importó 8.0 Bcf/d de gas natural en 2023, principalmente a través de gasoductos desde Canadá. Sin embargo, estas importaciones disminuyeron un 3% a partir de 2022.
Importaciones de GNL
En comparación con las importaciones por gasoductos, las importaciones de GNL de EE. UU. son relativamente menores, con menos de 0.1 Bcf/d importados en los últimos dos años. Estas importaciones abastecen predominantemente el mercado de Nueva Inglaterra, especialmente durante los períodos invernales de alta demanda.
Las cifras récord de 2023 resaltan la naturaleza dinámica del mercado de gas natural de EE. UU., con fuertes actividades de exportación que indican su creciente influencia en las tendencias energéticas globales.
Esta tendencia no sólo respalda el crecimiento económico de Estados Unidos, sino que también desempeña un papel vital para satisfacer las demandas energéticas internacionales, particularmente en Europa y América del Norte.
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